viernes, 20 de febrero de 2015

camino de sucre

Cuando te montas en un cacharro (tren, bus, avión o lo que sea-bueno tal vez no ocurriría en tartana-pero eso sea posiblemente por la velocidad a la que desaparecen los paisajes conocidos), que te va a sumergir en otras tierras, gentes y costumbres, te entra un desasosiego estomacal que no sabes si es por el intríngulis de lo desconocido o es un preludio de lo que sentirá tu estomago con las próximas ingestas, lo cierto es que deseas hablar con cualquiera que intuyas que está en tu misma situación, por ello empecé un charloteo con mi vecino en la interminable cola para subir al avión. ¿Imprudencia, error…? Juzgar vosotros, mi vecino un joven de 42, 43 años, o eso al menos me dijo, era y seguirá siendo parlanchín por naturaleza, y tras contarme su vida de camarero en Fuengirola con amplio detalle de como paso de la construcción a realizar los mejores cafés del pueblo, No sé si para animarme a que participase activamente en su monologo paso a sus proyectos de futuro, y lo cierto es que aunque no me hice participe de entrar en una retahíla de historietas de mi vida sí que adopte un papel semi-inquisitorial y le preguntaba una y otra vez en busca de cambiar el juicio inquisitorial de catetillo majara a loco de atar. Todo comenzó cuando me dijo que iba a Bolivia a casarse y establecerse allí, al principio lo entendí porque aunque joven era francamente gordo, pero con eso no os hacéis una idea, era su gordura principalmente abdominal, con una tripa mórbida, que se desparramaba cuando se sentaba, no quiero ni imaginar cuando se tumbase y claro quise comprobar lo que tú también imaginaras, que era un flechazo por internet, ¡Pobre Cupido, no se si ira al paro o le darán la jubilación!. Pleno completo, el amor surgió por las redes de ondas hertzianas de Viber, solo una vez recrearon sus ojos en la figura del otro, bueno posiblemente no entera sino lo que permitiese Skype en un cybercafe, me imagino que miguel reservaría su figura global para este encuentro prenupcial al que se dirigía, pero es una lástima el se quedaba en Sta.Cruz y yo continúe hasta Sucre, porque de la única foto que él tenía de ella y que yo hábilmente logre que me enseñara concluí que era una cholita boliviana que ya había cumplido los 40, el pico según él, era el mismo que el suyo y encima ¡qué casualidad! Eran del mismo mes, y también aprecie que por los magníficos carrillos que lucía debería tener unos jamones en consonancia. La ausencia de Skype era una habilidad bilateral. Como buen inquisidor le pregunte sutilmente sobre las debilidades de la carne y el muy pecador es reincidente, ya se había casado dos veces antes con dos cubanas, una antes de los 30 con una mulatita 10 años menor, que al parecer quedo prendada de la paz y sosiego de las discotecas de Torremolinos y Fuengirola, y abandono a nuestro Romeo -que entonces según me conto atesoraba 20kg mas en sus entrañas- por un noviciado discoteril. Perdonad este inciso pero según lo escribía he pensado que trasunto habrá en eso del noviciado, porque novicia viene de no-vicio, sin vicio, pero luego toman los ¿hábitos? Y dejan de ser novicias. Pues nuestro Romeo, prendado de las virtudes cubanas todos los años siguió cual Tenorio fuengiroleño visitando los noviciados cubanos, y un día encontró a otra novicia 12 años menor que lo llevo cantando eso de: Con flores a María hasta el altar, y fueron felices comiendo espetos en el bar, trajeron otra cubanita para el hermano de Romeo y agobiada por el sufrimiento de haber dejado en la isla a su hijita que tuvo a los 14, volvió para atenderla y estos cochinos comunistas cubanos no la dejaron comunicarse con nuestro Romeo durante 8 años hasta que este solicito el divorcio para casarse con su cholita boliviana, y le ha contado sus penas de como el malvado Fidel no la dejaba salir ni escribirle, pero que ahora que ya no esta, ella está dispuesta a reanudar aquel romance. Aquí se acaba la historia de Miguel, siento no poder saber la nueva etapa, en la que con su nueva esposa y con todos sus ahorros abrirá un negocio en Santa Cruz, aunque como no importe las sardinas pocos va a poder hacer aquí. Después ya en sucre mientras esperaba las maletas, en una cola interminable para pasar la aduana y el control policial conocí a dos chavales recién acabados de Económicas, uno de Podemos y el otro cooperante con la ONG Bolivia Sostenible con el que plantee ir a la selva pero de eso hablare otro día.

5 comentarios:

  1. Ya me tienes de lector.
    Abrazos.
    pepe

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  2. Ya me tienes de lector.
    Abrazos.
    pepe

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  3. Q tal los carnavales y la fiesta? Cuenta, cuenta. 😉😉😘😘😘😘

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  4. Hola Jose. Me alegra saber de ti. Sigue escribiendo y así tb viajamos ns un poco. Cuidate mucho. Mbs

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  5. Hola Jose. Me alegra saber de ti. Sigue escribiendo y así tb viajamos ns un poco. Cuidate mucho. Mbs

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